Las soluciones basadas en la naturaleza se refieren a un conjunto de acciones y políticas que aprovechan los ecosistemas naturales para enfrentar retos sociales como la escasez de agua, el riesgo de desastres naturales y el cambio climático. Estas soluciones promueven la la protección, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas, mejorando su resiliencia y capacidad de respuesta a desafíos sociales, además de proteger la biodiversidad y mejorar la calidad de vida humana.

A diferencia de la conservación, que se centra en preservar la biodiversidad y los recursos naturales para el futuro, las soluciones basadas en la naturaleza incluyen una variedad de enfoques, desde la restauración de hábitats hasta la infraestructura verde y la gestión de recursos hídricos. La idea central es que los ecosistemas sanos y bien gestionados proporcionan beneficios esenciales, como reducir emisiones de gases de efecto invernadero, garantizar recursos hídricos, mejorar la calidad del aire y fortalecer la seguridad alimentaria.