El hidrógeno es un recurso versátil en la industria desde principios del siglo XX, cuando se usaba principalmente para producir fertilizantes. Hoy, juega un papel esencial en la transición energética, con aplicaciones en generación de energía, metalurgia y combustibles sostenibles. La Agencia Internacional de Energía (IEA) estima que para 2050 se necesitarán 500 millones de toneladas de hidrógeno al año, pero la oferta actual no es suficiente. Para cerrar esta brecha, se requieren soluciones innovadoras, como el hidrógeno natural, que se genera de forma geológica en el subsuelo y podría ayudar a cubrir esta demanda.

El hidrógeno verde es una alternativa prometedora gracias a avances en electrólisis, almacenamiento y transporte. Mientras tanto, el hidrógeno natural se perfila como otra opción viable para reducir emisiones. Actualmente, varios proyectos en el mundo buscan identificar reservas económicamente viables. El desarrollo de nuevas tecnologías, como software especializado y exploración aerogeofísica, está acelerando este proceso. Esto posiciona al hidrógeno natural como un recurso clave para alcanzar un futuro con emisiones netas cero.

Beneficios del hidrógeno:

• Menos emisiones: Reduce la contaminación en la industria.
• Mayor eficiencia: Las celdas de combustible convierten energía de manera óptima.
• Versatilidad: Puede producirse a partir de diversas fuentes, como agua y biomasa.
• Seguridad energética: Su producción local disminuye la dependencia de combustibles fósiles importados.